Historia
La devoción a la Vera-Cruz en Córdoba se remonta a 1497, cuando se erigió una ermita en el Campo de San Antón. En el siglo XVI, la cofradía se estableció en el Convento de San Pedro el Real (actual Parroquia de San Francisco y San Eulogio), gozando de indulgencias concedidas por el Papa Paulo III en 1538. La hermandad veneraba al Santísimo Cristo de las Maravillas y a Nuestra Señora del Milagro, realizando su Estación de Penitencia el Jueves Santo con cuatro pasos: Santa Cruz, San Juan, Cristo de las Maravillas y Ntra. Señora del Milagro.
A finales del siglo XVIII, la cofradía entró en decadencia debido a las exclaustraciones, la invasión francesa y las desamortizaciones del siglo XIX, lo que llevó a su extinción. Sin embargo, las imágenes continuaron recibiendo culto en la capilla del antiguo convento franciscano.
En 1980, un grupo de jóvenes vinculados a la Legión de María refundó la hermandad en el Convento del Buen Pastor, bajo el título inicial de "Nuestro Padre Jesús de la Amargura en su encuentro con la Santa Verónica y María Santísima de los Dolores Gloriosos". Tras la aprobación de sus reglas en 1987, la hermandad adoptó su actual titulación, reconociéndose como continuadora de la antigua Archicofradía de la Vera-Cruz.
En 1984, el imaginero Antonio Dubé de Luque talló la imagen de María Santísima del Dulce Nombre, bendecida el 1 de abril de ese año. En 1985, la hermandad se trasladó a la Parroquia de San José y Espíritu Santo, donde permanece actualmente. En 1987, se incorporó la imagen de Nuestro Señor de los Reyes, también obra de Dubé de Luque.
La hermandad realizó su primera Estación de Penitencia el Lunes Santo de 1991 con la imagen del Señor. En 1994, tras la apertura de la Puerta de los Reyes en la parroquia, la procesión salió desde el interior del templo. En el año 2000, se incorporó el paso de palio de María Santísima del Dulce Nombre, destacando por su originalidad y riqueza artística.
En 2015, la hermandad recuperó la advocación del Cristo de las Maravillas con una Cruz de Guía que incluye un crucificado del siglo XVII. Además, en 2016, recibió un Lignum Crucis cedido por la Fundación Marqués de Vivanco, que se venera como reliquia de la Cruz de Cristo.
La Archicofradía de la Vera-Cruz es un ejemplo de resiliencia y fe, manteniendo viva una tradición centenaria en Córdoba y renovándose para seguir siendo un referente en la Semana Santa de la ciudad.
Sagrados Titulares
Santa Vera-Cruz. El 12 de septiembre de 2015, durante el Triduo en honor a la Santa Vera-Cruz, se bendijo la Cruz de Guía, primera Titular de la hermandad. Esta pieza, tallada en madera de cedro real y dorada en oro fino, combina un diseño neobarroco con una simbología profunda. En su parte superior, alberga la imagen del Cristo de las Maravillas, un crucificado del siglo XVII atribuido al círculo de Martínez Montañés, que rescata la advocación de la primitiva Cofradía de la Vera-Cruz. En la base, se encuentra la imagen de Santa Elena, tallada por Edwin González Solís, en referencia al hallazgo de la Vera-Cruz en el año 326.
Nuestro Señor de los Reyes. Encargado en 1984 al imaginero Antonio Dubé de Luque, esta imagen representa a Cristo abrazando la Cruz con fuerza y vigor, elevando su mirada al cielo en un gesto de entrega al Padre. Tallada en madera de cedro, con manos de caoba, fue bendecida el 8 de febrero de 1987 en la Parroquia de San José y Espíritu Santo. En 2018, la imagen fue restaurada por su autor, manteniendo su imponente presencia y devoción.
María Santísima del Dulce Nombre. Tallada en 1984 por Antonio Dubé de Luque, esta imagen de candelero en madera de cedro representa a una joven de 15 o 16 años con una expresión serena y dulce de dolor. Bendecida el 1 de abril de 1984 en el Convento del Buen Pastor, se convirtió en la Titular mariana de la hermandad. Destaca por su mirada de ojos azules y su delicada belleza, que la han convertido en una de las imágenes más queridas de la Semana Santa de Córdoba.
Divina Pastora de las Almas. Realizada en 1995 por el imaginero Miguel Ángel González Jurado, esta imagen de Gloria en madera de cedro representa a la Virgen como pastora de almas. Bendecida el 22 de octubre de 1995, procesiona el tercer domingo de octubre en un Rosario de la Aurora por el barrio del Campo de la Verdad. Su ajuar juvenil, con adamascados y brocados de colores alegres, refleja su carácter festivo y devocional.
Sede Canónica.
La Iglesia de San José y Espíritu Santo, ubicada en la plaza de Santa Teresa en el barrio de Fray Albino (Córdoba, España), es un edificio parroquial con una rica historia y un importante papel social en la comunidad.
La iglesia se levanta sobre el solar de la antigua ermita del Campo de la Verdad. En 1952, bajo la iniciativa del obispo Fray Albino, el templo fue remodelado, ganando en amplitud y altura. En el terreno anexo, donde antes se ubicaba un cementerio, se construyeron viviendas y locales destinados a la iglesia, consolidando su presencia en el barrio.
Los párrocos Salvador Pizarro y Antonio Gómez Aguilar fueron figuras clave en el desarrollo social del nuevo barrio de Fray Albino, impulsando iniciativas que fortalecieron la comunidad y la vida parroquial. Su trabajo contribuyó a que la iglesia se convirtiera en un referente espiritual y social en la zona.
Hoy, la Iglesia de San José y Espíritu Santo sigue siendo un lugar de encuentro y fe para los vecinos del barrio, manteniendo viva su tradición y compromiso con la comunidad.