Hermandad de la Agonia

Historia

La Hermandad de La Agonía surgió a finales de los años 70 por iniciativa de vecinos del barrio del Naranjo. El 7 de abril de 1979 se aprobaron sus primeros estatutos de forma provisional, aunque no fueron reconocidos oficialmente por las autoridades eclesiásticas hasta 1988. La imagen del Cristo de La Agonía, una talla de 1954 donada a la hermandad, fue portada inicialmente por los mozos del barrio hasta finales de los 80, cuando comenzó a procesionar con nazarenos cada Lunes Santo.

En 1996, la hermandad se incorporó a la Agrupación de Cofradías, realizando su primera Estación de Penitencia por la Carrera Oficial el Martes Santo de ese año. Durante más de una década, fue la cofradía con el recorrido más largo de la Semana Santa de Córdoba y la única del Martes Santo en procesionar un crucificado. En 2010, la hermandad realizó su recorrido más extenso, con una duración de 12 horas, debido a la decisión de todas las cofradías del Martes Santo de hacer Estación de Penitencia en la Mezquita-Catedral. Desde entonces, la hermandad traslada a su Cristo al primer templo de la Diócesis antes de la Semana Santa, realizando su salida desde allí, una tradición que mantiene hasta la actualidad.

Por su parte, Nuestra Señora de la Salud ganó popularidad desde su llegada al barrio, realizando inicialmente Rosarios de la Aurora y contando con una Banda de Cornetas y Tambores creada en su honor. En 2018, la Virgen procesionó por primera vez en Córdoba desde la Mezquita-Catedral sobre su propio paso de palio, acompañando al Cristo de La Agonía.

El 28 de noviembre de 2021, la hermandad celebró una Salida Extraordinaria desde la Mezquita-Catedral hasta el barrio del Naranjo, procesionando a la Virgen de la Salud sobre su palio, como respuesta a las restricciones por la pandemia de COVID-19. Este acto reforzó el vínculo de la hermandad con su barrio y su devoción por sus titulares, consolidando su presencia en la Semana Santa de Córdoba

 

Sagrados Titulares

El Santísimo Cristo de la Agonía es una obra del imaginero Antonio Castillo Ariza, realizada en 1954 en madera policromada. Restaurado en 1992 por Miguel Arjona Navarro, esta imagen de tamaño algo inferior al natural representa a Cristo crucificado con una expresión dulce y serena. La cabeza, elevada hacia la derecha, muestra ojos tallados y policromados, labios entreabiertos y una barba rizada. Su anatomía, sencilla pero detallada, destaca por un tórax henchido y manos taladradas por los clavos. El paño de pureza, con vuelo en el costado derecho, está policromado en tonos dorados, añadiendo un toque de solemnidad.

Procesiona sobre un paso de estilo renacentista, realizado por José Carlos Rubio en caoba y plata. Acompañan al Cristo tres figuras secundarias, obra de Sebastián Montes Carpio (2008): dos soldados romanos, uno jugándose a los dados la túnica de Jesús y otro ofreciéndole vinagre con una esponja, y un centurión que muestra arrepentimiento con una lágrima.

La Santísima Virgen de la Salud fue tallada en 1988 por Miguel Ángel González Jurado en madera de cedro policromada. Remodelada por el mismo autor en 2006, la imagen recibió nuevas manos inspiradas en la Virgen de Gracia y Amparo, una nueva policromía y un candelero que le otorga una actitud itinerante. Su rostro, de belleza aniñada y serena, refleja influencias de Luis Álvarez Duarte, maestro del escultor. Inclina la cabeza hacia la derecha, con mirada baja y cinco lágrimas de cristal que recorren su rostro. Las manos, extendidas, sostienen un rosario y un manípulo, símbolos de la piedad popular.

Procesiona bajo un palio renacentista, diseñado por Julio Ferreira. La bambalina frontal, bordada en oro por Jesús Rosado, fue estrenada en 2018, mientras que el resto de las bambalinas esperan ser bordadas. La orfebrería, obra de Manuel Valera, sigue el estilo renacentista del conjunto, destacando por su elegancia y armonía.

Ambas imágenes, con su profunda carga devocional y artística, son el corazón de la Hermandad de La Agonía, consolidándose como referentes de la Semana Santa de Córdoba y manteniendo viva una tradición que une fe, historia y arte.

 

Sede Canónica

La Hermandad se encuentra erigida en la Iglesia de Santa Victoria, una de las fundaciones del gran obispo de la ciudad en los años cincuenta: fray Albino González. Como ocurre en el resto de sus proyectos, el barrio de Cañero o el barrio del Cerro, la Iglesia constituye el centro del barrio, aunque en su caso concreto, es de menores dimensiones a sus contemporáneas. Bajo proyecto del arquitecto Carlos Saenz de Santa María, se dedicó el templo a la santa hermana de San Acisclo.