Hermandad de la Expiración

Historia

La Hermandad del Santísimo Cristo de la Expiración es una de las cofradías más antiguas y emblemáticas de Córdoba, con raíces que se remontan al siglo XVII. Fundada en el Convento de San Pedro el Real bajo la advocación de San Diego y San Acacio, la hermandad se consolidó en torno a la veneración del Santísimo Cristo de la Expiración, una imagen de estilo granadino anónima, cercana a la obra de Pedro de Mena, que representa a Cristo en el momento de exhalar su último aliento en la cruz.

A lo largo de los siglos, la hermandad ha vivido periodos de esplendor y decadencia. En el siglo XVIII, la cofradía alcanzó su máximo apogeo, pero las políticas ilustradas y la invasión francesa en el siglo XIX llevaron a su declive. A pesar de ello, la devoción al Cristo de la Expiración nunca cesó, y en 1904, la imagen fue trasladada a la Real Iglesia de San Pablo, donde los Misioneros Claretianos la acogieron y fomentaron su culto.

En 1918, la hermandad se reorganizó oficialmente bajo el título de Hermandad del Santísimo Cristo de la Expiración y María Santísima de los Dolores, incorporando la imagen de María Santísima del Silencio, una Dolorosa del siglo XVIII. Desde entonces, la cofradía ha mantenido una presencia destacada en la Semana Santa de Córdoba, procesionando el Viernes Santo con un cortejo caracterizado por el silencio y la penitencia.

En 1973, la hermandad encargó al imaginero Luis Álvarez Duarte la talla de Nuestra Señora del Rosario en sus Misterios Dolorosos, que se incorporó como titular en 1974. Esta imagen fue coronada canónicamente en 1993, un hito histórico que consolidó el carácter mariano de la hermandad.

La cofradía destaca por su compromiso social y su labor formativa, siendo pionera en iniciativas como la creación de un grupo joven (1974) y la primera cuadrilla de hermanos-costaleros de Córdoba (1975). Además, ha promovido actividades culturales y religiosas, como ciclos de conferencias y programas de radio, y ha mantenido una estrecha colaboración con instituciones benéficas como Cáritas Diocesana y Proclade Bética.

Actualmente, la hermandad procesiona con dos pasos: el Santísimo Cristo de la Expiración y María Santísima del Silencio, y el paso de palio de Nuestra Señora del Rosario en sus Misterios Dolorosos Coronada. Su estación de penitencia, marcada por el recogimiento y la austeridad, es una de las más emotivas de la Semana Santa cordobesa

 

Sagrados Titulares

El Santísimo Cristo de la Expiración, venerado en la iglesia de San Pablo en Córdoba, es una imagen de crucificado de autor desconocido, fechada en el último cuarto del siglo XVII y atribuida a la escuela granadina, posiblemente al círculo de Pedro de Mena. Tras ser venerado en el convento franciscano de San Pedro el Real, fue trasladado a San Pablo en 1904 por el Padre Antonio Pueyo, recuperando su culto cofrade en 1918. La imagen, de 184x184 cm, destaca por su realismo y serenidad, mostrando a Cristo expirando en la cruz con una leve inclinación de cabeza y un detallado tratamiento anatómico. Ha sido objeto de diversas restauraciones a lo largo del siglo XX, siendo la más reciente en 1985 por José Rodríguez Rivero-Carreras.

 

 

María Santísima del Silencio, incorporada a la cofradía en 1919, es una dolorosa de candelero del siglo XVIII, también de autor desconocido y estilo granadino. De 165 cm de altura, presenta un rostro afligido con lágrimas de cristal y pestañas naturales, simbolizando su dolor con siete puñales en el pecho. Al igual que el Cristo, fue restaurada en 1985 por Rodríguez Rivero-Carreras, tras intervenciones anteriores de Rafael Díaz Peno y Luis Álvarez Duarte.

 

 

Nuestra Señora del Rosario Coronada, obra de Luis Álvarez Duarte realizada en 1973, es una de las dolorosas más destacadas de la Semana Santa andaluza. De 165 cm de altura, muestra una gran belleza y serenidad, con rasgos juveniles y párpados caídos por el llanto. Fue coronada canónicamente en 1993, luciendo una corona de oro diseñada por el propio Álvarez Duarte y realizada por el orfebre cordobés Francisco Díaz Roncero.

 

 

Sede Canónica

La Real Iglesia de San Pablo, en Córdoba, es un templo de gran importancia histórica y artística, siendo el segundo más grande de la ciudad tras la Catedral. Originalmente parte del Real Convento de San Pablo, un destacado centro dominico, su historia se remonta a la Reconquista de Córdoba por Fernando III en 1236, aunque la fundación del convento se documenta en 1237.

El convento, que llegó a ocupar 43 hectáreas, sufrió transformaciones a lo largo de los siglos, destacando las reformas barrocas del siglo XVIII. Tras la desamortización de Mendizábal en 1835, el convento fue abandonado y derribado, conservándose solo la iglesia y algunas dependencias.

La iglesia, en estado de ruina, fue restaurada a principios del siglo XX, recuperando su esplendor gracias a la intervención de los Misioneros Hijos del Corazón de María. Destacan su portada barroca, la fachada manierista con contrafuertes originales, y el interior con tres naves, capillas laterales y triple ábside. La cubierta mudéjar de la nave central, fechada en 1536, es una joya del templo.

El templo alberga diversas capillas, como la de los Titulares, la del Cristo de Ánimas y la de San José, con retablos barrocos y tallas de valor artístico. La antesacristía, con una cúpula de origen almohade, es otro elemento destacado. La iglesia también cuenta con la capilla de Nuestra Señora del Rosario, una notable creación barroca.

 

Página Web

http://expiracioncordoba.es/