Hermandad del Resucitado

Historia

La Hermandad de Jesús Resucitado y Benditas Ánimas es una de las cofradías más antiguas de Córdoba, con raíces que se remontan al siglo XVI. Fundada en la Parroquia de Santa Marina, inicialmente se dedicaba al culto de las Ánimas del Purgatorio y organizaba una procesión con el título de "Jesús Resucitado". A lo largo de los siglos, la hermandad ha evolucionado, pasando por periodos de esplendor y decadencia, pero siempre manteniendo su devoción por el Resucitado y las ánimas.

En el siglo XIX, la cofradía adoptó el título de "Nuestro Señor Resucitado y Benditas Ánimas", consolidando su identidad. Durante este periodo, la hermandad realizaba una procesión el Domingo de Resurrección, acompañada de actos de caridad y una gran participación popular. La tradición de la "Hermandad de los Piconeros", vinculada al gremio de los carboneros, también formó parte de su historia.

En el siglo XX, la hermandad vivió un resurgimiento gracias a figuras como el Marqués de Villaseca, quien en 1927 reorganizó la cofradía y promovió la creación de nuevos estatutos. Durante la Guerra Civil Española, la hermandad mantuvo su actividad, aunque limitada a su barrio, hasta que en 1944 realizó su primera estación de penitencia en el recorrido oficial de la Semana Santa de Córdoba.

En 1951, la hermandad encargó una nueva imagen de Nuestra Señora de la Alegría al escultor Juan Martínez Cerrillo, y en 1960 estrenó un nuevo paso para el Señor Resucitado, tallado por Rafael Valverde. Durante las décadas de 1980 y 1990, la hermandad experimentó un gran crecimiento, con la incorporación de nuevas imágenes, como el Ángel Anunciador y los Soldados Romanos, completando el misterio de la Resurrección.

En 1988, la hermandad encargó una nueva imagen del Señor Resucitado al escultor Juan Manuel Miñarro López, que se convirtió en el titular actual. En 1995, se estrenó un nuevo paso para el Señor, diseñado por Antonio Ibáñez, y en 2005 se completó el dorado del mismo, consolidando uno de los patrimonios más importantes de la cofradía.

En el siglo XXI, la hermandad ha continuado su expansión, con la restauración de imágenes como la Virgen de la Luz, que se convirtió en cotitular en 2016. Además, se han realizado importantes mejoras en los pasos procesionales, como la restauración de la candelería y los respiraderos del paso de palio de la Virgen de la Alegría.

En 2020, bajo el mandato de Francisco Mora Sánchez, la hermandad organizó el "I Congreso de Hermandades del Resucitado", previsto para 2024, y continuó con la restauración y enriquecimiento de su patrimonio, incluyendo la creación de una nueva corona para la Virgen de la Alegría, diseñada por el orfebre José Manuel Bernet.

 

Sagrados Titulares

Nuestro Señor Resucitado. La imagen de Nuestro Señor Resucitado es obra del reconocido escultor Juan Manuel Miñarro López, catedrático de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla y experto en la Sábana Santa. Tallada en madera de tilo y policromada, la imagen fue bendecida el 15 de mayo de 1988 en la Iglesia de Santa Marina de Aguas Santas, coincidiendo con la festividad de la Ascensión. Representa a Cristo en el momento de salir del sepulcro, con la mano derecha alzada en gesto de bendición y la izquierda sosteniendo un báculo en forma de cruz, símbolo de la victoria sobre la muerte. Con una altura de 1,87 metros, la imagen destaca por su realismo y su mirada profunda, que parece dirigirse a los fieles en actitud de perdón.

La imagen procesiona por primera vez en 1989 y desde entonces lo hace cada Domingo de Resurrección, acompañada de un Ángel Anunciador y dos Soldados Romanos, tallados por el escultor cordobés Antonio Bernal Redondo en 2002 y 2004, respectivamente. El conjunto escultórico, que evoca el misterio de la Resurrección, es una de las joyas de la Semana Santa de Córdoba.

 

 

María Santísima Reina de Nuestra Alegría. La imagen de María Santísima Reina de Nuestra Alegría fue tallada en 1951 por el escultor cordobés Juan Martínez Cerrillo, conocido por obras como Nuestra Señora de la Paz y Esperanza y Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia. Sustituyó a una antigua talla del siglo XVIII y representa a la Virgen en actitud alegre, sin lágrimas, celebrando la Resurrección de su Hijo. Con una altura de 1,55 metros, la imagen es de candelero (para vestir) y solo tiene talladas las manos y el rostro, que refleja una serena belleza y una dulzura exquisita, características propias del estilo de Martínez Cerrillo.

La imagen ha sido restaurada en varias ocasiones, la última en 1999 por Antonio Bernal Redondo. Actualmente, preside junto al Señor Resucitado y el Ángel Anunciador la capilla de la Iglesia de Santa Marina de Aguas Santas, siendo una de las devociones más queridas de la hermandad.

 

 

Nuestra Señora de la Luz, Madre de la Juventud. La imagen de Nuestra Señora de la Luz es una talla barroca del siglo XVIII, obra del trinitario descalzo Fray Juan de la Concepción, entregada en 1728. Representa a la Virgen como propagadora del Santo Rosario y fue titular de una cofradía rosariana que tuvo gran relevancia en el siglo XVIII. Restaurada y revitalizada en el siglo XXI, la imagen fue declarada Cotitular de la hermandad en 2016, bajo la advocación de Madre de la Juventud.

 

Sede Canónica

La Iglesia de Santa Marina de Aguas Santas, ubicada en el corazón del barrio que lleva su nombre, es uno de los templos más emblemáticos de Córdoba. Fundada tras la conquista de la ciudad por Fernando III el Santo, su arquitectura combina elementos góticos, mudéjares y barrocos, fruto de las numerosas reformas realizadas a lo largo de los siglos, especialmente en los siglos XVII y XVIII. En la década de 1980, el templo fue restaurado para recuperar su aspecto original, eliminando añadidos barrocos y devolviéndole su esencia medieval.

El edificio, construido en piedra labrada al estilo califal, presenta tres portadas de diferentes épocas. La fachada principal, de estilo gótico-mudéjar, cuenta con un arco apuntado, un rosetón y un tejaroz con modillones. Las portadas laterales también muestran detalles decorativos, como hornacinas y capiteles con motivos vegetales y animales. La torre, obra de Hernán Ruiz II (1550-1556), conserva su estructura medieval y es uno de los elementos más destacados del conjunto.

El interior, de planta rectangular con tres naves y ábsides poligonales, está cubierto por una armadura mudéjar en la nave central y bóvedas de crucería en los ábsides. La capilla mayor, iluminada por ventanales góticos, alberga un Cristo Crucificado tallado por Miguel Arjona Navarro en 1968, y una sillería de coro del siglo XVII procedente del Convento de San Agustín.

 

Página Web

https://www.resucitadocordoba.es/